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El Banco se compone de dos colecciones de variedades de olivo: una situada en Alameda del Obispo (IFAPA) y otra en el Campus de Rabanales, de la que es responsable la Universidad de Córdoba (UCO) y que gestiona UCOLIVO
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha solicitado el reconocimiento internacional del Banco de Germoplasma Mundial de Olivo de Córdoba (BGMO). En una carta dirigida al secretario del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (TIRFAA), Kent Nnadozie, el ministro pide el inicio de las negociaciones que culminarán en la firma del acuerdo que reconozca al BGMO como colección internacional. El Banco de Germoplasma de Córdoba está compuesto por dos colecciones, una en Alameda del Obispo propiedad del IFAPA y otra en el Campus de Rabanales, de la que es responsable la Universidad de Córdoba, a cargo del Grupo de Recursos Genéticos del Olivar (UCOLIVO y Unidad CEVO).
En este sentido, Luis Planas ha expresado también los objetivos compartidos por el TIRFAA, instrumento de cooperación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), y el propio Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en materia de conservación e investigación en torno a las colecciones internacionales de recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura.
Asimismo, el ministro ha indicado el interés manifestado por la Junta de Andalucía en la firma de este acuerdo para el depósito de las colecciones incluidas en el BGMO en el ámbito de aplicación del Tratado.
Durante la décima reunión del órgano rector del Tratado, celebrada el pasado mes de noviembre, el Gobierno de España ya puso el acento en la importancia de los recursos genéticos del olivo y de las colecciones internacionales, en el marco del COI.
España es líder mundial del sector olivarero en superficie, producción y comercio exterior. Se trata de un sector que no sólo tiene una indiscutible relevancia económica en el ámbito agroalimentario, sino que también contribuye a grandes beneficios desde el punto de vista social, medioambiental y territorial.
El TIRFAA, que fue ratificado por España en 2004, establece un sistema multilateral para facilitar el acceso a los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura y para compartir de manera justa y equitativa los beneficios que se deriven de su utilización. En su artículo se contemplan las colecciones ex situ de recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura mantenidas por los centros internacionales de investigación agraria y otras instituciones internacionales.