Los vehículos eléctricos son una posible solución a la contaminación. Estos coches usan baterías de ion litio. Estas baterías tienen tres inconvenientes:
1. El litio es escaso
2. Las baterías de litio no son seguras
3. Las baterías de litio contienen elementos tóxicos para el medio ambiente.
A pesar de ello, desde los años 90 las baterías de litio siguen teniendo un gran éxito comercial.
La comunidad científica lleva años buscando alternativas al litio.
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba experimenta ahora con el calcio.
El calcio es un material más abundante que el litio y podría hacer que las baterías fueran más seguras y de mayor capacidad.
Este equipo ha estudiado una combinación de calcio con óxido de molibdeno para generar energía eléctrica.
Con este trabajo se ha comprobado que el calcio podría funcionar en una batería recargable. El inconveniente es que la recarga aún no es eficiente del todo. Por eso, hay que seguir investigando.