El riego en la agricultura requiere una gran cantidad de electricidad.
Esto afecta al medio ambiente y supone un gasto económico para los agricultores.
Un equipo de la Universidad de Córdoba ha estudiado una nueva tecnología para regar los cultivos.
Esta tecnología podría suponer un ahorro energético de casi el 13%.
Este sistema usa bombas como turbinas para generar electricidad.
Esta tecnología obtiene energía gracias a los excesos de presión en las redes de distribución del agua.
Podría ser muy útil en lugares en los que no llega la red eléctrica.