Esta investigación, con cargo al proyecto Alto Guadiato Arqueológico-Ager Mellariensis financiado por el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad (MINECO) con Fondos FEDER, ha permitido desarrollar una primera campaña de lectura estratigráfica de las estructuras de castillo.
El proyecto en cuestión conllevará también la catalogación de las especies faunísticas y botánicas del cerro del Castillo, que correrá a cargo del investigador de la UCO Rafael Obregón. El objetivo es preservar y valorizar no sólo la faceta histórica, sino toda la biodiversidad natural relacionada con las distintas estructuras del castillo, en la cuales residen distintas especies de invertebrados de gran interés, al igual que ocurre en todo el cerro. Este estudio formará parte de un mirador virtual desarrollado por la UCO y que el Ayuntamiento de Belmez instalará en las laderas del cerro.
El Castillo de Belmez es un monumento simbólico de la comarca del Alto Guadiato y se perfila como faro para todo el valle guadiateño, ya que desde su cima observa un paisaje que comprende, aproximadamente, unos 60 kilómetros lineales.
Los orígenes del castillo están todavía por clarificar. Según el responsable de la investigación, Antonio Monterroso, “seguramente existiese algún tipo de fortaleza en época islámica, ya que por las laderas del cerro se encuentran numerosos restos cerámicos de época califal. La atalaya actual debe remontarse a los tiempos de la organización de la villa de Belmez después de la conquista castellana, hacia la mitad del siglo XII”. Desde entonces, “se han sucedido numerosas fases constructivas destacando entre ellas las protagonizadas por las tropas francesas en la época de la Guerra de la Independencia, añade el profesor de la UCO.
El Castillo de Belmez fue restaurado en los años 60 por el arquitecto Félix Hernández, responsable también de este tipo de trabajos en la Mezquita de Córdoba y el conjunto arqueológico de Medina Azahara. Más tarde, fue de nuevo remodelado a finales de los años 90 bajo la dirección de Antonio Castro. Ambas intervenciones consiguieron salvaguardar los valores estructurales del castillo y conservarlo. Sin embargo, en ninguno de los dos casos se consiguió una puesta en valor definitiva para este símbolo de Belmez y de la comarca, objetivo que se persigue con el proyecto que desarrolla actualmente la UCO.