Cáscaras de almendra para coches eléctricos
Las consecuencias del cambio climático preocupan a la sociedad
Los gobiernos están tomando medidas para abordar este problema.
Una de las medidas es prohibir los vehículos que funcionan con combustibles fósiles.
El Gobierno español ha propuesto que los vehículos de gasolina, diésel, híbridos y gas natural no se vendan en España a partir de 2040.
Por este motivo, los ciudadanos tienen que ir cambiando sus vehículos hacia modelos 100% eléctricos.
El objetivo es que en 2050 no circule ningún automóvil por España que emita CO2.
Un equipo de investigación del Instituto Universitario en Química Fina y Nanoquímica de la Universidad de Córdoba (IUNAN) desarrolla un estudio para conseguir coches menos contaminantes.
Los científicos buscan materiales para baterías que no perjudiquen el medio ambiente.
Uno de estos materiales puede estar en la cáscara de las almendras.
Los investigadores han demostrado que las cáscaras pueden transformarse en un tipo de carbón activo muy importantes para estas baterías.
Al usar las cáscaras se elimina el uso de compuestos derivados del petróleo.
Las baterías con cáscaras podrían aumentar un 60% la autonomía de un vehículo eléctrico.
Cáscaras de almendra para potenciar los coches eléctricos
Un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba logra fabricar baterías para coches eléctricos con esta materia prima y aumentar un 60% su autonomía
El cambio climático es una realidad y sus consecuencias, cada vez más evidentes. Los gobiernos de los principales países están tomando medidas para abordar el problema. Uno de los aspectos derivados de este fenómeno más controvertidos es la posible prohibición de los vehículos que funcionan con combustibles fósiles. El pasado noviembre, el Gobierno español proponía que los coches y vehículos comerciales de gasolina, diésel, híbridos y gas natural no se puedan vender en España a partir de 2040, una iniciativa que ya se han planteado países como Reino Unido y Francia. Este anuncio del ejecutivo viene reflejado en la futura Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, que contribuirá a que España pueda cumplir con sus compromisos internacionales contra el calentamiento global.