El profesor de la Universidad del Estado de California (CSU) en Fresno (USA), Alejandro Calderón Urrea realiza una estancia de investigación en el Departamento de Agronomía de la UCO con el objetivo de crear sinergias en la investigación sobre patología vegetal y control de plagas
Las plagas agrícolas están protagonizadas por poblaciones de animales fitófagos (que se alimentan de plantas) que disminuyen la producción de los cultivos a los que atacan. Los nematodos son parásitos que afectan a una multitud cultivos a lo largo y ancho del mundo, causando graves pérdidas económicas a la agricultura.
Durante décadas, la comunidad científica ha buscado desarrollar productos que acaben con los nematodos (nematicidas) que sean efectivos, pero también respetuoso con el medioambiente. En la búsqueda de este tipo de estrategias ha desarrollado su carrera investigadora el profesor Alejandro Calderón – Urrea del Departamento de Biología de la Universidad del Estado de California (CSU) en Fresno (USA), que ha trabajado durante dos meses en sinergias en la investigación con investigadores de la Unidad de Excelencia María de Maeztu – Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba.
Teniendo en cuenta que uno de los nematicidas más efectivos contra esta plaga era, hace unos años, el bromuro de metilo (o bromometano),y que ha sido prohibido por sutoxicidad tanto para el medioambiente como para las personas, el laboratorio de Calderón – Urrea ha desarrollado dos productos efectivos en la tarea de controlar las plagas de nematodos. Concretamente, centraron su investigación en uno de los más peligrosos para un amplio rango de cultivos y ecosistemas: el nematodo Meloidogyne incognita, capaz de reproducirse por partenogénesis, es decir, sin necesidad de la participación de machos.
La primera de las alternativas que desarrolló este laboratorio se centró en el uso de la proteína CED-4, que juega un papel central en el mecanismo de muerte celular de los nematodos, como estrategia de control. Aislaron esa proteína en laboratorio, la purificaron y la dividieron en trozos más pequeños conocidos como péptidos. Entonces, expusieron a los nematodos a 12 de los péptidos que habían desarrollado a partir de esa proteína de muerte celular y el resultado fue satisfactorio: 3 de esos 12 péptidos inducían la muerte al 100% de los nematodos usados. A partir de esos 3 péptidos desarrollaron el producto que funciona como herramienta para el control de nematodos en campo.
La segunda línea de investigación que obtuvo como resultado otro producto para usar en el control de nematodos está basada en el uso de chalconas, unas moléculas pequeñas que se encuentran en plantas. Con el objetivo de conocer cómo funcionarían frente a los nematodos Calderón – Urrea y su equipo desarrollaron una base de datos de 100 de estas moléculas modificando distintos aspectos en cada una, en busca de la combinación que hiciese frente a los nematodos.
Como resultado, encontraron que 8 de estas moléculas presentaron un buen nivel de control contra los parásitos y 3 de ellas, especialmente, eran capaces de acabar con ellos incluso estando estos a bajas concentraciones. “Vimos, además, que estas tres moléculas actuaban de manera diferente, por lo que al combinarlas, obtuvimos un efecto de sinergia, aumentando el potencial de acabar con nematodos a una concentración más baja aún” – señala el profesor.
Uno de los mayores problemas a la hora de desarrollar productos para el control de parásitos en plantas es que los parásitos acaban desarrollando resistencia a esos productos. Sin embargo, con el uso de estas dos estrategias combinadas hay esperanza, como resalta el profesor que cree que “la combinación de chalconas y péptidos puede funcionar ya que actúan en sistemas diferentes del organismo y al nematodo le cuesta más esfuerzo y más tiempo desarrollar esa resistencia”. Estos dos productos, tanto el desarrollado a partir de péptidos como el que se creó a partir de chalconas, han sido patentados y están más cerca de la distribución en Estados Unidos e India, cerrando así el círculo de la transferencia.
La estancia de dos meses del profesor Calderón – Urrea en DAUCO se encuadra en el trabajo de su laboratorio con el laboratorio del investigador de DAUCO Juan Moral, en una línea de investigación en la que analizan si las chalconas podrían controlar los hongos patógenos que afectan a diversos cultivos.