Fotografía de familia del equipo cuyo investigador principal es Lorenzo Salas
Al llegar a las aulas de los grados de ingeniería, muchos alumnos sienten como si la ropa que llevan, de repente, les quedara muy holgada. El salto cualitativo de la formación que van a recibir respecto al bachillerato es muy grande y aparecen los problemas: suspensos, dejar para otra convocatoria el examen o, directamente, abandonar la carrera. Un programa experimental, diseñado en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Córdoba (UCO), ha logrado reducir las tasas de fracaso académico gracias a un sistema de acompañamiento de un tutor y con estudiantes de otros cursos que actúan como hermanos mayores.
El experimento ha sido diseñado por el área de Proyectos de Ingeniería del Departamento de Ingeniería Rural de la UCO. Desde la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (también conocido como plan o proceso de Bolonia), un equipo de investigadores dirigidos por el profesor Lorenzo Salas desarrolla proyectos en técnicas educativas. “Habíamos observado las dificultades por las que pasa el alumnado recién llegado a los grados de ingeniería y nos planteamos cómo podríamos ayudar a mejorar su formación”, resume Salas.
El método se enfoca en reforzar las competencias claves que deberían tener los estudiantes antes de acceder a la formación técnica en la Educación Superior. El equipo de investigadores identificó en el currículo programado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía hasta 81 capacidades que se les exigía en el bachillerato tecnológico, desde ser capaz de interpretar una gráfica a calcular una temperatura o interpretar una fórmula química).
Primera fase
En una fase previa del experimento docente, se redujeron estas competencias a 21 básicas y se desarrollaron actividades para potenciarlas en segundo de Bachillerato. En colaboración con el profesorado de instituto, se incluían pruebas que, de forma amena, ayuda a los futuros universitarios a reforzar conocimientos que luego necesitarían en el siguiente curso. Por ejemplo, los estudiantes trataban de desentrañar la resolución de un crimen como si fueran agentes de CSI, intentaban descubrir cómo se difundiría una epidemia en la población o descifran las causas mecánicas de por qué colapsó el puente de Tacoma Narrows (Estados Unidos) en 1940.
“Con estas actividades, tratamos de desarrollar sus mentes analíticas en la etapa preuniversitaria para que llegaran mejor preparados”, resume Lorenzo Salas. El programa experimental se ha realizado regularmente en al menos cuatro institutos y colegios privados de Córdoba y ha comprendido a unos 60 alumnos por curso.
Segunda fase
En una segunda instancia, el experimento se centró en los estudiantes que previamente formados accedían a la UCO. Cada curso era alrededor de una quincena. Para ellos se diseñó un programa de acompañamiento. Primero fueron asignados a un tutor, que le realiza un seguimiento personalizado. Además, compañeros de tercero y cuarto de carrera ayudan a los novatos a superar las dificultades asociadas a su acceso a la universidad actuando como hermanos mayores. Los estudiantes acompañados cursaban alguno de los cuatro grados de ingeniería de la Escuela Politécnica Superior de Córdoba: Mecánica, Informática, Eléctrica y Electrónica Industrial.
“Observamos una diferencia abismal entre aquellos que tenían un seguimiento personalizado y el resto de compañeros”, señala Salas. Los participantes obtuvieron mejores calificaciones que el resto del alumnado. Si en general la tasa de abandono de la carrera era del 24%, en el caso de los estudiantes acompañados era nula. Los aprobados duplicaban a los alumnos no tutorizados (más del 60%, frente al 30%) y apenas dejaban exámenes sin hacer (en torno al 15%, cuando es habitual no presentarse a la convocatoria ordinaria en torno al 50% en estas ingenierías). Los resultados han sido publicados recientemente en la revista científica International Journal of Engineering Education.
Lorenzo Salas-Morera, María A. Cejas-Molina, José L. Olivares-Olmedilla, Laura García-Hernández. ‘Preparing Students for Success in Engineering Degrees: A Combined Strategy Between High School and University’. International Journal of EngineeringEducation 32(2):712-725 · March 2016