Este análisis que ha partido del Grupo de Interés en “Aerobiología y Contaminación” dentro de la Asociación Europea de Alergología e Inmunología (EAACI), integrado por biólogos y médicos alergólogos, ha permitido determinar un índice para alertar a la población alérgica de cuándo exactamente pueden comenzar sus molestias y problemas de salud provocadas por el polen. Esta información facilita a las personas que sufren polinosis programar su actividad diaria, así como sus viajes, y a los alergólogos recomendar a sus pacientes medicamentos preventivos con mayor antelación que hasta el momento.
Según explica la catedrática Carmen Galán este estudio publicado recientemente por la revista Allergy desvela dos aspectos: el umbral de polen de la especie en cuestión y la estacionalidad. El primero informa de cuándo se va a producir una situación de alerta en la población que sufre polinosis y, el segundo, en qué día del calendario podemos considerar que comienza el periodo exacto -lo que se conoce como estación polínica de una determinada especie- en que el polen afecta a dicha población. Aunque estos umbrales pueden variar a nivel local, teniendo en cuenta el área de distribución de las distintas plantas de interés, a nivel europeo se presenta, a modo de ejemplo, para el caso del polen del olivar, un umbral de 100 granos de polen por metro cúbico de aire como media diaria, y en la gramínea en 50. Llegados a esta cantidad, la población alérgica estaría en situación de alerta por la importante afección a su salud. Si se habla de estación polínica, en el caso de las gramíneas, esta se inicia cuando durante cinco días consecutivos se registran igual o más de 3 granos de polen por metro cúbico en el aire y, en el caso del olivo, cuando durante ese mismo periodo de tiempo se detectan 20 granos de polen.
Este grupo internacional –participan investigadores de más de una decena de universidades e institutos y centros de investigación de diferentes países como Alemania, Inglaterra, Francia, Italia o Austria, entre otros- ha logrado definir el índice de polen que puede generar síntomas de alergia a nivel europeo. Hasta el momento esta unificación de criterios no existía a nivel europeo. El artículo de la revista Allergy explica cómo el modelo diseñado por este equipo permite detectar a nivel europeo cuándo se inicia la estación polínica para cada tipo de polen en cada país.
Para establecer este umbral de alerta ante la presencia de polen se ha realizado un estudio comparativo sobre el comportamiento de los granos de polen en el aire en diferentes puntos de toda Europa con porcentajes de población que sufre alergia a distintas plantas, como especies herbáceas, ejemplo las gramíneas (presentes de toda Europa) y ambrosia (en centroeuropa), así como en especies arbóreas, en este caso se han estudiado el abedul (presente enÂÂ zonas de clima templado), ciprés y olivo (ambos presentes en clima mediterráneo). Esta elección responde a los granos de polen que provocan más problemas de polinosis en Europa.
Pfaar, O; Bastl, K; Berger, U; Buters, J; Calderon, MA; Clot, B; Darsow, U; Demoly, P; Durham, SR; Galan, C; Gehrig, R; Van Wijk, RG; Jacobsen, L; Klimek, L; Sofiev, M; Thibaudon,  M; Bergmann, KC. Defining pollen exposure times for clinical trials of allergen immunotherapy for pollen-induced rhinoconjunctivitis - an EAACI position paper. ALLERGY. Mayo 2017
Un índice consigue marcar los umbrales de alerta para las personas alérgicas en Europa Destacado
Escrito por UCC+iLa Universidad de Córdoba participa en un estudio internacional en el que Botánica y Medicina se alían para obtener datos concretos sobre los peores momentos del calendario para los alérgicos
El 24% de las personas alérgicas en el continente europeo lo son por causa del polen. Ese es un dato científicamente comprobado y que se desprende de los estudios que se están realizando en Europa, donde la Red Europea de Aeroalérgenos (EAN) está jugado un papel especial. Pero, ¿cuánto polen debe haber en la atmósfera para que cause alergia entre la población? ¿La cantidad de polen en el aire para producir los síntomas de esta patología es la misma si se trata de una planta u otra? Estas cuestiones fueron las que despertaron la inquietud de un grupo multidisciplinar de investigadores del que forma parte la catedrática de Botánica de la Universidad de Córdoba, Carmen Galán.