A diferencia de la ciencia aplicada, la ciencia básica no busca un fin práctico inmediato, sino conocer cómo funcionan las cosas y generar nuevo conocimiento. Aunque su utilidad práctica no puede ser medida en el corto plazo ni asociarse a un valor económico, es fundamental para el desarrollo de la ciencia y el primer paso para una aplicación posterior. Por ello, hay quien considera que su financiación debe tener más peso en las convocatorias nacionales y europeas de ayudas a la investigación.
Esta fue una de las principales conclusiones del encuentro celebrado el pasado viernes en el centro cultural Antonio Carpio de la localidad de Montilla, en la que una treinta de vecinos y vecinas conoció de primera mano el trabajo que realizan desde el grupo de investigación de la Universidad de Córdoba ‘Biología Molecular de la Asimilación de Nitrato en Algas’.
Durante la actividad, el investigador Manuel Tejada, montillano de nacimiento, pudo conversar con el público asistente sobre las Chlamydomonas, un tipo de microalga que su grupo utiliza como organismo modelo en investigación y cuyos resultados podrían ser útiles para estudios futuros relacionados con la generación de biocombustibles o la descontaminación de aguas residuales.
A lo largo de la actividad, organizada con la colaboración del Ayuntamiento de Montilla a través de la Concejalía de Cultura, que lidera Soledad Raya, las personas participantes pudieron visualizar in situ cultivos en placa y líquidos de esta microalga, en un encuentro en el también tuvieron la oportunidad de conocer de cerca cómo funciona la carrera investigadora y los principales escollos a los que se enfrenta en su día a día el personal investigador que hace posible el avance científico.
El coloquio forma parte de ‘La Noche en Ruta’, una de las acciones integradas en la programación oficial de La Noche Europea de los Investigadores y cuyo principal objetivo es trasladar la realidad diaria de la ciencia a la provincia de Córdoba y dinamizar así su actividad cultural.
Promotores de la actividad
La Noche Europea de los Investigadores es un proyecto de divulgación científica promovido por la Comisión Europea dentro de las Marie Skłodowska-Curie Actions and Citizens del programa Horizonte Europa, coordinado en Andalucía por la Fundación Descubre con financiación de la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades.
Conforman el consorcio las Universidades de Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Pablo de Olavide y Sevilla, ocho centros del CSIC (la Casa de la Ciencia, el Instituto de Astrofísica de Andalucía, la Estación Experimental del Zaidín, el Instituto de Estudios Sociales Avanzados, el Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra, la Escuela de Estudios Árabes, el Instituto de Agricultura Sostenible y la Estación Experimental de Zonas Áridas), el IMGEMA-Real Jardín Botánico de Córdoba y la Fundación Pública Progreso y Salud a través de Genyo y el Biobanco del Sistema Sanitario.
Paralelamente, Radio Televisión de Andalucía, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y la Agencia Andaluza del Conocimiento son socios estratégicos del proyecto y colaborarán estrechamente en su desarrollo.