Los bosques de Centroeuropa sufren muchas tormentas de viento extremas.
En estas tormentas unos árboles mueren y otros no.
Un equipo de la Universidad de Córdoba identifica los factores que hacen que los árboles mueran.
El suelo es un factor que determina que el árbol muera tras la tormenta.
Un suelo con mucha agua guardada hace que el árbol resista menos.
Las masas de árboles de diferentes alturas y diferentes especies ayudan a resistir contra el viento