El extremismo violento se caracteriza por el apoyo a la violencia para alcanzar un objetivo.
Un estudio ha investigado por qué algunas personas tienen esta conducta.
La investigación señala que hay dos elementos que potencian la radicalización.
Uno es la alineación social y otro es la pasión obsesiva.
La alineación social conlleva un sentimiento de desconexión hacia la sociedad.
La pasión obsesiva implica una tendencia hacia una actividad en la que se pierde autocontrol.
Este sentimiento tiene un impacto negativo en la salud mental.
El equipo de investigación ha encuestado a más de un millar y medio de personas.
Entender por qué se produce la radicalización podría ayudar a prevenirla.