La carne fresca se almacena en envases de plástico.
Los envases tienen unas almohadillas para absorber los líquidos que suelta la carne.
Estas almohadillas están hechas de plástico.
Los plásticos causan problemas para el medio ambiente y la salud humana.
Las leyes obligan a usar menos los plásticos.
Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba ha desarrollado unas almohadillas con restos de cáscaras de crustáceos y de laurel.
Estas almohadillas mantienen la carne fresca.
La investigación está en fase de ensayo.