Los agricultores necesitan agua para regar los cultivos.
La sequía hace que cada vez haya menos agua.
Existen medidas para evitar que se use mal el agua.
Una medida es pagar más por el agua.
Otra medida es recibir menos agua.
Un estudio de la Universidad de Córdoba ha comparado las dos medidas.
La conclusión de ese estudio es que es mejor reducir el agua que cobrar más impuestos.