Según ha destacado la ONG, tan solo el 53% de los afectados por este virus en el mundo tienen acceso a los medicamentos para combatir el VIH, lo que supone que casi 16 millones no están recibiendo la terapia antirretroviral. La situación se acentúa aún más en menores de 14 años, de los cuáles un 57% no reciben el tratamiento, o en determinadas zonas geográficas como África Septentrional y Oriente Medio, en las que la cobertura solo llega al 24%.
La jornada ha sido presentada por el decano de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba, Luis Jiménez, el director del Departamento de Enfermería, Manuel Rich, la coordinadora autonómica de Farmaceúticos-Mundi Andalucía, Carmen Guisado, y la vicerrectora de Políticas Inclusivas y Vida Universitaria, Rosario Mérida, quien quiso destacar la importancia de este tipo de iniciativas “para mejorar las competencias y el perfil del profesional sanitario” y concienciar sobre “el derecho que tiene toda la ciudadanía” de acceder a los medicamentos.
La jornada, en la que se han desarrollado distintos talleres simultáneos, ha contado con la participación de varias personas expertas en la materia como Pedro Ventura, Vanesa Cantón, José Hernández, Pablo Blanco y Xosé María Torres.
Durante el encuentro, al que han acudido estudiantes y profesionales del mundo sanitario, también se ha debatido sobre el reparto desigual de tratamientos en función del sexo, la edad, los países de origen y otro tipo de factores socioculturales. Según ha destacado el director del Departamento de Enfermería de la UCO, Manuel Rich, las patentes son un factor importante, ya que hacen que “determinados medicamentos sean inaccesibles”.
Países productores
Por otro lado, tal y como han destacado desde Farmamundi, la industria productora de estos tratamientos se encuentra localizada principalmente en Brasil, India y China, países que cuentan con industrias bien desarrolladas para fabricar medicamentos genéricos, de los cuales “un porcentaje alto son exportados por ser competitivos en el mercado internacional”. Otros países como Egipto, México, Sudáfrica y Tailandia también fabrican estos fármacos, pero por determinados factores “no llegan a ser competitivos”. Aunque existen otros productos más pequeños, estos “carecen de controles de calidad o recursos humanos para satisfacer la demanda de conocimientos técnicos especializados”.