Explotaciones pequeñas (224 ha) en las que destaca la tierra en propiedad (73%) con un predominio de la mano de obra familiar (61%) y en las que se combinan varias especies ganaderas, entre las que sobresale el tándem vacuno – porcino ibérico (53%) son las características que aparecen al profundizar en la imagen típica de la dehesa. Estas explotaciones tipo presentan, además, una intensificación de la producción determinada por el aumento de la carga ganadera (hasta un 0.73 unidades por hectárea) con el consiguiente aumento de la superficie cultivada anualmente necesaria para alimentar a esas cabezas de ganado (47% de la tierra arable).
Vemos así que, frente al concepto tradicional de dehesa como gran explotación latifundista poco productiva, predomina, en este caso, un tipo de explotación pequeña y familiar, con tendencia a la intensificación productiva.
Este estudio forma parte de un análisis integral de toda la cadena de producción, que comienza con la gestión del ganado en la dehesa y termina en la comercialización, incluida la exportación, del producto. El análisis de la situaciónde partida y la integración del conjunto de la información, es lo que permitirá la mejora de un sistema productivo en el que, además de proteger los recursos medioambientales que definen a la dehesa como ecosistema, se torna necesario el blindaje de la estabilidad económica de las empresas del sector ganadero (teniendo en cuenta su matiz familiar y la importancia de la labor de gestión del territorio).
La pertenencia de estas explotaciones de vacuno a la cooperativa de cebo, que además integra al resto de la cadena de producción, permite orientar su evolución con una visión más global. Así, a través de las normas del cebadero se puede favorecer una homogeneización racial de las cabezas de ganado de cara a su comercialización. De hecho, ha habido una transformación hacia razas más productoras de carne cuando, tradicionalmente, las razas autóctonas eran otras, más adaptadas al medio natural, pero con menos capacidad cárnica. Por otra parte, gracias a la asociación en torno a la cooperativa, las explotaciones más pequeñas y con más dificultad de competir en el mercado global participan en el proceso de industrialización y venta.
De la necesidad de competir en el mercado global se deriva la progresiva intensificación (aun manteniéndose como ganadería extensiva) que obliga a la inclusión de alimentación externa a la dehesa para no incurrir en la degradación de la misma por el sobrepastoreo que implicaría el aumento de las cabezas de ganado.
La identificación de la situación de estas explotaciones de vacuno unidas a través de la cooperativa de cebo abre camino para conseguir integrar la tradición del manejo de la dehesa por parte de los que mejor la conocen y la incursión de técnicas industriales que permitan responder a las cuestiones económicas planteadas por el mercado actual. La estabilidad de los ganaderos que tradicionalmente han trabajado la zona, es lo que permitirá el mantenimiento de la dehesa y el anclaje poblacional a las zonas rurales de Los Pedroches y el Valle del Guadiato.
Maroto-Molina, F; Gomez-Cabrera, A; Guerrero-Ginel, JE; Garrido-Varo, A; Adame-Siles, JA; Perez-Marin, DC. Characterization and typification of dehesa farms associated to cooperatives: a case study in Spain. REVISTA MEXICANA DE CIENCIAS PECUARIA, >http://dx.doi.org/ 10.22319/rmcp.v9i4.4534