El universo vitivinícola impregna diferentes ámbitos de la sociedad cordobesa, desde el tejido socioeconómico hasta el acervo cultural pasando por el lenguaje y las relaciones sociales. La necesidad de contar las características y la idiosincrasia propia de los vinos cordobeses en particular y los andaluces en general en diferentes idiomas es lo que determina la existencia del proyecto WeinApp, un proyecto que entronca directamente con el territorio.
Que el sector cuente con un vocabulario mínimo para contar los caldos de origen en el extranjero es uno de los objetivos que motiva al proyecto WeinApp que, liderado por la Universidad de Córdoba en colaboración con la Universidad de Cádiz, ha desarrollado una base terminológica relacionada con el sector teniendo en cuenta áreas como el cultivo de la vid, los procedimientos técnicos de creación de los diferentes vinos, el embotellado o la comercialización en sí.
Tras tres años, el equipo liderado por las investigadoras principales Carmen Balbuena Torezano y Manuela Álvarez Jurado, ambas profesoras de la Facultad de Letras de la Universidad de Córdoba, han determinado siete dominios (ámbitos terminológicos) fundamentales para el lenguaje del vino, compuestos, a su vez, por una gran rango de subdominios. Por ejemplo, dentro del dominio del cultivo de la vid se encuentran subdominios como el ciclo vegetativo o las enfermedades de la planta, además de la labranza, prácticas de manejo o las herramientas que se usan. Para realizar esta búsqueda de dominios y clasificación, el personal del proyecto se dividió en tres equipos coincidiendo con los tres idiomas: desde la Universidad de Cádiz se trabajó el inglés, el equipo de Manuela Álvarez el francés y el de Carmen Balbuena el alemán.
A partir del análisis textos como boletines oficiales como el de la Organización Internacional de la Viña y el Vino y demás documentos oficiales, el equipo investigador de WeinApp identificó los dominios y comenzaron a clasificar términos para, finalmente, conseguir el glosario del lenguaje del vino, formado por centenares de fichas en las que se trata cada término de manera multilingüe, en inglés, francés, alemán y español. Esta base de datos terminológica está siendo volcada a una aplicación móvil para que, cualquier persona, pueda llevar en su bolsillo el lenguaje del vino, esté en el país que esté.
El área de la comercialización vitivinícola tiene mucho de trato personal, por lo que la posibilidad de comunicarse con el importador en su lengua materna aumenta la calidad de la transacción, además de ahorrar costes de interpretación y afianzar mucho más las relaciones. A pesar del avance de la tecnología, la comunicación personal sigue siendo una de las mejores herramientas para el comercio. Lo mismo ocurre con una cata dirigida, siempre será mejor poder explicar los caldos con los términos adecuados en el idioma de quien está catando los vinos que tener que usar un sistema de interpretación vía pinganillo.
Este proyecto, que beneficia al sector vitivinícola y las administraciones públicas, ha tenido muy buena acogida entre los consejos reguladores de las denominaciones de origen Montilla Moriles y Jerez. En el caso de la denominación cordobesa, el equipo del proyecto ha hecho traducciones para sus cursos de cata y formación de vitivinicultores.
De los tres años de trabajo de este proyecto han resultado también tres tesis, decenas de publicaciones a nivel internacional y la participación continuada del equipo investigador en diversos congresos científicos, abriendo las puertas a la continuidad del estudio del lenguaje del vino en diferentes idiomas.
WeinApp, liderado por la Universidad de Córdoba y financiado con fondos Feder por el Programa de I+D+i orientada a retos para la Sociedad 2016 del anterior Ministerio de Economía y Competitividad, se convierta en una herramienta indispensable para el mundo del vino y su crecimiento.