Los quesos tiernos y curados pueden quedarse fuera de la nevera
La Listeria monocytogenes es una bacteria que puede estar en algunos alimentos.
La Listeria monocytogenes causa la listeriosis.
La industria alimentaria tiene que garantizar la seguridad de los alimentos.
Un estudio de la Universidad de Córdoba ha analizado el comportamiento de la Listeria monocytogenes en quesos curados y tiernos.
La conclusión es que almacenar esos quesos a temperatura ambiente no afecta a su seguridad.
La listeria sobrevive mejor a temperaturas bajas en quesos curados y tiernos que a temperatura ambiente
Una investigación, llevada a cabo por la Universidad de Córdoba y la Universidad de Burgos para conocer la seguridad alimentaria de los quesos tiernos y curados, ha comprobado que el almacenamiento a temperatura ambiente no compromete la seguridad alimentaria con respecto a la presencia de Listeria monocytogenes de ambos tipos de quesos en relación con la refrigeración como tampoco lo hace la reducción de sal en los quesos tiernos en el rango estudiado
¿Qué rastro dejan los desinfectantes en el queso?
Dos grupos de investigación de los Departamentos de Química Analítica y Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba han desarrollado el primer método para estudiar la presencia de subproductos de desinfección en quesos comerciales europeos
Los desinfectantes están presentes en casi todos los ámbitos de la industria alimentaria y el empleo de algunos biocidas como el cloro está muy extendido por su eficacia y economía. Sin embargo, los desinfectantes reaccionan con la materia orgánica presente en el agua, formando subproductos de desinfección, más conocidos como DBPs. Estos subproductos –los más representativos son el cloroformo y el ácido dicloroacético− pueden aparecer finalmente en el alimento debido al empleo de agua tratada en el lavado y desinfección de frutas, hortalizas, etc. y/o envases o maquinaria. Además, también pueden estar presentes en alimentos que contienen agua como ingrediente o formarse por la reacción del desinfectante con determinadas proteínas, grasas y azúcares del alimento.