La obra titulada “El patronato cívico en la Hispania Romana” es un estudio de la importancia que tuvo en el mundo romano la figura del patrono. Quien asumía esta función ejercía como protector de la ciudad o la comunidad que lo había nombrado, a la que representaba ante la administración central (Roma, el emperador o el Senado) o provincial. Roma usó el nombramiento de los patronos para integrar a las comunidades indígenas de las provincias. Para estas últimas, el hecho de aceptar a esta figura equivalía implícitamente a aceptar también las estructuras de poder y de representación impuestas por Roma.
Por tanto, al nombrar patronos, Roma ejercía control sobre la ciudadanía, pero al mismo tiempo las comunidades hispanas, convertidas en clientes de los patronos se sentían protegidas en el campo político, económico, social o cultural. Estos patronos, a cambio de su protección, recibían un reconocimiento público mediante inscripciones honoríficas u homenajes estatutarios, e incluso apoyo humano en caso de conflicto bélico. En la época imperial el título de patrón era un honor y el único regulado en las leyes de la época.
Hoy por hoy no se cuenta con patronos cívicos, pero su figura ha sido sustituida por los políticos, quienes tienen encomendado defender los intereses de la ciudadanía que lo ha votado y a la que representan.
La obra de Melchor Gil analiza la evolución histórica de la institución del patronato, adentrándose en diferentes cuestiones que tiene planteadas la investigación, como el derecho a heredar un patronato, la forma de designación de los patronos, la importancia real de la institución en épocas republicana y altoimperial, la existencia de diferentes perfiles de patronos o los beneficios que estos aportaron a las ciudades que tutelaron.
El clientelismo tiene un papel protagonista en esta publicación y esta institución llegó a ser clave en la vida política de la República romana. El vínculo entre patrono y cliente (ciudadano) es usado por las élites dirigentes para afirmarse en el poder político y ganar elecciones, así como para ocupar los puestos principales en el gobierno de la ciudad. Poco a poco destacados patronos romanos se convertirían en patronos no de personas sino de ciudades enteras, incrementando así su poder y su influencia.
Además, partiendo siempre de la información proporcionada por las fuentes consultadas para el desarrollo del contenido, se establece un listado revisado y actualizado de 78 patronos de comunidades hispanas, que han sido estudiados de forma colectiva e individualizada.
Este experto en Historia Antigua coordinó un estudio publicado el pasado mes de noviembre en la revista Andalucía en la Historia en el que profundiza sobre el legado de Roma en la civilización actual.
El libro ha sido publicado por la Editorial Universidad de Sevilla, en la Colección Historia y Geografía, que cuenta con el sello de Calidad en Edición Académica (Academic Publishing Quality) avalado por la ANECA y la FECYT.
https://editorial.us.es/detalle-de-libro/719933/el-patronato-civico-en-la-hispania-romana