Ambos ensayos forman parte del programa Horizonte H2020 de la Comisión Europea y concretamente del proyecto Diverfarming, desarrollado por instituciones científicas, empresas y organizaciones agrícolas de 8 países con el objetivo de poner en marcha un sistema agrícola capaz de sostener la alimentación humana y afrontar todos estos problemas, a la par que, mejorar la biodiversidad, mitigar los efectos del cambio climático y estimular el sector económico de las zonas rurales.
La diversificación de los campos italianos se llevará a cabo a través de la rotación de leguminosas – trigo duro – tomate, especies muy representativas de la alimentación italiana. La introducción de leguminosas como las habas o los guisantes ayudará a la fijación natural de nitrógeno en el suelo, sirviendo este como nutriente para el resto de cultivos.
Para manejar estos cultivos, se utilizarán fertilizantes orgánicos (biodigestate) en lugar de aquellos con base mineral, se reducirá del laboreo y el regadío. El personal de Casalasco y Barilla, bajo la supervisión del equipo investigador, han sido los encargados de recolectar los guisantes, habas y trigo que servirán de muestras al equipo investigador para evaluar la calidad de los cultivos y su valor nutricional después de haber aplicado las rotaciones y las técnicas de manejo.
Mediante la apuesta por un sistema de cultivos diversificado, que es aquel ecosistema autónomo en el que conviven varios cultivos en un mismo espacio, se consigue reducir el impacto medioambiental gracias a la combinación de cultivos que favorecen el secuestro de dióxido de carbono y reducen la emisión de gases invernadero. Además, haciendo equipos de plantas que actúen en simbiosis o usando plantas que devuelvan nutrientes a los suelos se reducirá la erosión, pero también los costes de abonos y fertilizantes, dando estabilidad económica al sector.
Para establecer combinaciones de cultivo más eficientes, en Italia se realizaron unas encuestas entre comunidades agrícolas, asociaciones agrícolas y personal técnico del sector. Los datos extraídos sobre combinaciones de cultivos y prácticas de manejo de bajos insumos son los que han permitido poner en marcha cuatro casos de estudio de nueva creación y uno ya existente en el que se cambian las prácticas de manejo.
Diverfarming es un proyecto financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Comisión Europea, dentro del reto de “Seguridad alimentaria, agricultura y silvicultura sostenibles, investigación marina, marítima y de aguas interiores y bioeconomía” en el que participan las Universidades Politécnica de Cartagena y Córdoba (España), Tuscia (Italia), Exeter y Portsmouth (Reino Unido), Wageningen (Países Bajos), Trier (Alemania), Pécs (Hungría) y la ETH Zúrich (Suiza), los centros de investigación Consiglio per la ricerca in agricoltura e l'analisi dell'economia agraria (Italia), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España) y el Instituto de Recursos Naturales LUKE (Finlandia), la organización agraria ASAJA y las empresas Casalasco y Barilla (Italia), Arento, Disfrimur logística e Industria David (España), Nieuw Bromo Van Tilburg y Ekoboerdeij de Lingehof (Países Bajos), Weingut Dr. Frey (Alemania), Nedel-Market KFT y Gere (Hungría) y Paavolan Kotijuustola y Polven Juustola (Finlandia).