La mejora genética de leguminosas como el garbanzo, es el campo de trabajo del equipo de la UCO dirigido por Juan Gil Ligero, que desarrolla investigación aplicada, empleando métodos clásicos combinados con la aplicación de métodos biotecnológicos (estudio del ADN de las plantas) como el desarrollo de marcadores moleculares que ayudan a obtener nuevas variedades (en un plazo aproximado de 5 años) -más resistentes y mejor adaptadas al entorno que nos rodea- de una forma más eficaz. De este modo, este equipo ha participado en el registro de nuevas variedades comerciales, entre ellas: “Juano, Pringao, Saborío o Cavir”.
Gracias a su investigación “disponemos de material vegetal interesante” para estudios genéticos relacionados con fecha de floración, porte de la planta, así como, tamaño de la semilla, carácter doble vaina y resistencias a problemas como rabia, fusarium y roya del garbanzo. También “disponemos de marcadores moleculares asociados a estas resistencias a rabia y fusarium, las dos enfermedades más importantes en garbanzo”.
Además, su trabajo ha permitido el desarrollo de una colección de líneas puras con resistencia a las dos enfermedades citadas, diferentes tipos de grano, ciclos de floración y porte de planta. Ello, contribuye a la consecución de una mayor variabilidad genética y biodiversidad, lo cual, es de gran importancia socioeconómica.
Así, de entre distintos trabajos con empresas, se puede citar una colaboración de dos años, mediante artículo 83, gestionado por la OTRI, con la cooperativa Campo de Tejada de Huelva. La labor del equipo de investigadores cordobés tuvo relación con temas de asesoramiento y aportación de conocimientos para la obtención de nuevas variedades de garbanzo blanco lechoso resistentes a enfermedades como rabia o fusarium.