El catedrático de la Universidad de Granada Antonio Fernández Cano ha ofrecido una conferencia en la Facultad de Ciencias de la Educación y Piscología de la UCO en la que ha destacado las claves del método de evaluación de la investigación. Ante una veintena de estudiantes de doctorado, personal investigador postdoctoral y profesorado de la universidad; y acompañado por el rector, Manuel Torralbo, a quien dirigió su tesis, Fernández Cano ha explicado el modelo de evaluación de la ciencia que desarrolló hace treinta años. Este modelo parte de dos factores -el enfoque y el tiempo- para establecer seis criterios de evaluación: criteriología de la filosofía de la ciencia, uso de variables presagio, revisión por pares, comentario de pares, rentabilidad e impacto por citación y criterios de la historia de la ciencia.
Dentro de esos 6 criterios, Fernández Cano dedicó más tiempo a explicar el proceso de revisión por pares, que es, en sus palabras, “el modelo por antonomasia para evaluar la ciencia”. Establecido en el siglo XVII por Henry Oldenburg en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society, la revisión por pares está actualmente sometida a una serie de problemas y sesgos, como ha explicado el conferenciante. La falta de igualdad de género entre las personas que revisan los artículos científicos, las diferentes valoraciones que emplean o la no financiación de esa actividad son algunos de ellos. “Se ha dado el caso de revistas que cobran casi 4.000 euros por publicar, pero que, sin embargo, no pagan nada a quienes hacen la revisión”, expuso Fernández Cano. Esta realidad hace que la revisión por pares esté sometida a lo que el catedrático de la Universidad de Granada denomina el “principio de incertidumbre”, esto es: “cuanto más la usamos, menos nos gusta; y cuanto menos la usamos, más la echamos en falta”.
La conferencia, organizada por el Decanato de la Facultad de Ciencias de la Educación y Psicología con el objetivo de ofrecer al profesorado y personal investigador la posibilidad de ampliar sus conocimientos sobre un campo fundamental para la actividad investigadora, también se ha centrado en otros aspectos importantes para la evaluación científica como el análisis del impacto de la actividad investigadora, la citación o la necesidad de revisar un sistema marcado por “procesos burocráticos farragosos” y por “publicar o perecer”.