El dibujo de las constelaciones en el espacio marcando el paso de las estaciones ha ido señalando, a lo largo de milenios, los tiempos de cultivo y cosecha en la agricultura. Además, las estrellas han inspirado (e inspiran) obras de arte, y a su alrededor se han ido tejiendo mitos y leyendas.
Así, el cielo representa ciencia y cultura, y ha acompañado la evolución del hombre sobre la Tierra.
Cielos limpios y despejados
El astroturismo consiste en viajar a lugares alejados de áreas con contaminación lumínica con el objetivo de contemplar el cielo y las estrellas.
Este tipo de turismo, que ha ido creciendo a nivel mundial, incrementa el atractivo de las zonas rurales al hacer converger en ellas intereses culturales, turísticos, naturales y científicos.
El astroturismo presenta tres dimensiones:
- La dimensión científica, que busca proteger la calidad del cielo estrellado en términos de contaminación lumínica y por partículas.
- La dimensión cultural, que se centra en promover la astronomía como parte del patrimonio científico, cultural y medioambiental.
- La dimensión económica, que busca la generación de recursos monetarios, sobre todo en la propia comunidad local, a través de productos turísticos y culturales que permitan la contemplación y la interpretación del cielo estrellado.
El astroturismo es un ejemplo de turismo sostenible en zonas rurales. Este tipo de turismo permite a la propia comunidad local la obtención de unos beneficios económicos y sociales, ayudando a luchar contra la despoblación de las zonas rurales.
Así, tiene un impacto positivo en las comunidades locales al reforzar la biodiversidad del lugar y el asentamiento de la población en estas áreas rurales.
Astroturismo certificado
El astroturismo tiene su referente en la Fundación Starlight, creada en 2007 por el Instituto de Astrofísica de Canarias en colaboración con la Unión Astronómica Internacional, la Organización Mundial del Turismo y la Unesco.
Así como la Unesco certifica aquellos lugares que merecen ser considerados Patrimonio de la Humanidad (por ejemplo, la ciudad califal de Medina Azahara en Córdoba, España), aquellos elementos culturales propios de países o regiones que son patrimonio cultural inmaterial (como la bachata y el merengue de República Domicana o la rumba cubana) o las ciudades creativas (por ejemplo, en el área gastronómica, Cochabamba, en Bolivia), la Fundación Starlight ha desarrollado un sistema de certificación de lugares especialmente aptos para la contemplación estelar.
Los certificados más significativos son las reservas y los destinos turísticos Starlight.
Cielo de calidad
Las reservas Starlight son espacios naturales protegidos que ofrecen una calidad excepcional en su cielo nocturno y un buen acceso a la contemplación de la luz de las estrellas. A septiembre de 2023 hay 18 reservas Starlight en todo el mundo, entre ellas el Montsec (Cataluña), el Parque Regional de la Sierra de Gredos (Castilla- León), La Palma (Canarias), Menorca o el Acadian Skies& Mi´kmaq Lands, Nueva Escocia (Canadá).
Por su parte, los destinos turísticos Starlight son lugares visitables con excelentes cualidades para la contemplación de los cielos estrellados. Estos lugares, al estar protegidos de la contaminación luminosa, son especialmente aptos para desarrollar actividades turísticas basadas en este recurso natural.
En la actualidad existen 60 destinos turísticos de este tipo en todo el mundo.
Sostenibilidad y ciencia
Además de contribuir al sostenimiento económico y social de las zonas rurales susceptibles de recibir alguna certificación Starlight, este tipo de experiencias que combinan ciencia con naturaleza puede ayudar a despertar vocaciones científicas. Los centros de interpretación especializados, que brindan información experta a los visitantes, fomentan el interés en la astronomía.
Si el entorno lo permite, les animo a mirar al cielo esta misma noche y a contemplar y disfrutar las estrellas.