Los importantes desafíos que afronta el sector del agro requieren de un pulso investigador potente, capaz de desarrollar estrategias y herramientas que puedan hacer frente a amenazas como el cambio climático, la sequía, la limitación del uso de pesticidas y fertilizantes de síntesis química o las enfermedades que afectan a los cultivos. En este contexto, el II Encuentro de Investigadores e Investigadoras Noveles de la Unidad de Excelencia María de Maetzu del Departamento de Agronomía de la Universidad de Córdoba (DAUCO) ha puesto de manifiesto que el futuro de la investigación en agronomía está garantizado con una nueva generación de doctorandos que trabaja para dar solución a los problemas de hoy y anticiparse a los del mañana.
La jornada, que dio continuidad a la primera edición de 2022, tuvo lugar en el Campus de Rabanales y se planteó como una oportunidad para poner en común el trabajo de doctorandos de los distintos grupos de DAUCO, favoreciendo sinergias entre las diferentes líneas de investigación. Tanto el director científico de la Unidad de Excelencia, el catedrático Emilio Camacho Poyato, como su secretario, Meelad Yousef, expusieron en la inauguración que la potente “cantera” de DAUCO, protagonista de la jornada, “es síntoma de la buena salud” de la que goza el Departamento, un ejemplo a nivel nacional por su actividad investigadora y transferencia en un ámbito tan importante para Córdoba y Andalucía como es el campo. En la misma línea, la vicerrectora de Estudios de Posgrado de la UCO, Cristina Aguilar Porro, animó a los y las doctorandas a sacar partido a la etapa doctoral, especialmente en un Departamento “que es Unidad de Excelencia y donde pueden trabajar con referentes de la investigación en el sector”.
Un total de cinco investigadores y cinco investigadoras de los diferentes grupos que forman parte de DAUCO expusieron en el transcurso de la jornada las principales claves de sus investigaciones doctorales. En el primero de los paneles, 'Relaciones suelo-planta-agua', se abordaron temáticas vinculadas a la gestión del agua, al uso de fertilizantes o a la salud del suelo.
En el marco de esta primera sesión, Alfonso Moreno Moraga habló sobre su investigación sobre el efecto de bioestimulantes en cultivos como el trigo, mientras que Carmen María Flores Cayuela y Francisco Puig Pérez-Barquero abordaron el uso de las TIC para implementar sistemas de gestión de riego de precisión en distintos cultivos. Cerraron el panel José Javier Guerrero Criado, que expuso su investigación sobre fertilizantes de base orgánica en la rotación trigo-girasol, y Javier Aparicio Ibáñez, que aborda en su tesis el uso del índice de verde como indicador del estado de la vegetación en el entorno de las acequias de Sierra Nevada.
A continuación, la mejora vegetal y la lucha contra las enfermedades que amenazan cultivos como el olivo tomaron el relevo en los paneles ‘Hacia una mejor gestión de nuestros cultivos’ y ‘Avances en protección de cultivos’. Fabián García-Espinoza abrió la segunda parte del encuentro hablando sobre las aplicaciones prácticas de los hongos entomopatógenos como ‘guardaespaldas’ de los cultivos, seguido de Paola Romero Rodríguez que expuso los avances de la investigación sobre el uso de microrreguladores de la expresión genética como posibles marcadores para seleccionar los mejores ejemplares de olivo en su periodo juvenil.
En el último de los paneles, Cristina Estudillo Cazorla explicó cómo a través de la aproximación molecular tratan de encontrarse genes candidatos de resistencia al hongo causante del repilo, una de las enfermedades más nocivas para el olivo. Finalmente, Antonia Romero Conde y Esther Aguilera Cuenca abordaron los avances de sus investigaciones, que tienen como protagonista al hongo Metarhizium brunneum y a su contribución para la protección de cultivos como el olivo o el tomate.
La jornada cerró con una ponencia sobre la actividad investigadora después del Doctorado, a cargo de Tom Vanwallenghem y Rafael Pimentel, y un taller práctico sobre ‘Cómo enfrentarse al folio en blanco’, impartido por Ana Andreu Méndez, que compartió consejos y estrategias para escribir buenos artículos científicos.