El Proyecto INSTANT espera patentar el nuevo dispositivo en menos de un año
Ultiman el diseño de un sensor que detecte nanopartículas adulterantes en alimentos y cosméticos
Envases inteligentes con nanoarcillas, bebidas enriquecidas con vitaminas, cremas antiarrugas con oro y hasta calcetines con plata que los hacen inodoros, las nanopartículas están presentes en infinidad de productos de consumo y la legislación europea trata de poner orden a su uso con el objetivo de garantizar la salud pública y medioambiental.
En esa búsqueda cuenta con el apoyo de los integrantes del proyecto INSTANT, procedentes de 4 Universidades europeas, un centro científico alemán y 5 pequeñas y medianas empresas de la Unión, que desde hace casi 3 años trabajan juntos para diseñar un sensor que permita detectar la presencia y concentración real de nanopartículas en alimentos y cosméticos.
Según explican el profesor Miguel Valcárcel y la doctora Laura Soriano, del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Córdoba e investigadores del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, responsables de uno de los paquetes de trabajo más cruciales del proyecto, el empleo de innovadores disolventes en el ámbito de la química verde como son los líquidos iónicos y el uso de filtros formados por nanotubos de carbono constituyen las principales claves del éxito en la separación y preconcentración de nanopartículas en alimentos y cosméticos de una manera económica y más eficiente. Actualmente están consolidando un dispositivo que permita automatizar y miniaturizar dichos procesos analíticos y poder ser controlado informáticamente y fácilmente reprogramado sin que su usuario tenga conocimiento de ello. El nuevo sensor, que esperan patentar en el plazo de un año, podrá ser usado en controles de calidad e inspecciones sanitarias por ser una herramienta de bajo coste y portátil.
El Proyecto INSTANT está enmarcado en el VII Programa Marco de la Unión Europea y cuenta con un presupuesto de casi cinco millones de euros, siendo uno de los más importantes de la Universidad de Córdoba, cuya contribución asciende a más de medio millón de euros.
Envases inteligentes con nanoarcillas, bebidas enriquecidas con vitaminas, cremas antiarrugas con oro y hasta calcetines con plata que los hacen inodoros, las nanopartículas están presentes en infinidad de productos de consumo y la legislación europea trata de poner orden a su uso con el objetivo de garantizar la salud pública y medioambiental.
En esa búsqueda cuenta con el apoyo de los integrantes del proyecto INSTANT, procedentes de 4 Universidades europeas, un centro científico alemán y 5 pequeñas y medianas empresas de la Unión, que desde hace casi 3 años trabajan juntos para diseñar un sensor que permita detectar la presencia y concentración real de nanopartículas en alimentos y cosméticos.
Según explican el profesor Miguel Valcárcel y la doctora Laura Soriano, del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Córdoba e investigadores del Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3, responsables de uno de los paquetes de trabajo más cruciales del proyecto, el empleo de innovadores disolventes en el ámbito de la química verde como son los líquidos iónicos y el uso de filtros formados por nanotubos de carbono constituyen las principales claves del éxito en la separación y preconcentración de nanopartículas en alimentos y cosméticos de una manera económica y más eficiente.
Actualmente están consolidando un dispositivo que permita automatizar y miniaturizar dichos procesos analíticos y poder ser controlado informáticamente y fácilmente reprogramado sin que su usuario tenga conocimiento de ello. El nuevo sensor, que esperan patentar en el plazo de un año, podrá ser usado en controles de calidad e inspecciones sanitarias por ser una herramienta de bajo coste y portátil.
El Proyecto INSTANT está enmarcado en el VII Programa Marco de la Unión Europea y cuenta con un presupuesto de casi cinco millones de euros, siendo uno de los más importantes de la Universidad de Córdoba, cuya contribución asciende a más de medio millón de euros.